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Bienvenidos al Blog de David de Pedro






No sé como habéis aterrizado en este blog, pero poco importa, estáis aquí y os doy la bienvenida. Espero que paséis un rato ameno porque es de lo que se trata y que aprendáis tanto de mis errores como de mis experiencias, que compartáis la realidad y opiniones a ojos de mis personajes para que los entendáis más. A veces son reivindicativos, a veces muestran ese Mr. Hyde que en un momento dado todos llevamos dentro.

Hasta el momento de su publicación, os dejo con un pequeño aperitivo, el book trayler de mi novela. Como siempre, os invito a que hagáis vuestros comentarios, que mejorarán con mucho este blog.

Soy consciente que vuestro tiempo es oro, y por eso os agradezco vuestra atención. Como dijo Benjamin Franklin: Si el tiempo es lo más caro, la pérdida del mismo es el mayor de los derroches.

Volved cuando queráis.

Gracias,


David de Pedro




P.S.: Por cierto, aquí tenéis el link de La Revelación de Qumrán en Amazon, y si no tenéis kindle y lo queréis leer por ordenador, os podéis descargar el software clicando aquí. También podéis visitar mi nueva página web: www.daviddepedro.com

domingo, 25 de marzo de 2012

Poli malo, Poli bueno

Hola amigos!
Aunque parezca mentira, el post más leído con diferencia es el de Las propiedades de la patata... no sé si se debe a que la gente que entra se piensa que trato un aspecto culinario, o sencillamente les hace gracia mi aventura patatera! Por ese motivo colgué el de Forward-Rewind-Forward en Tanzania, parece gustar mis anécdotas viajeras, lo cuál me encanta. Una vez, hablando con una amiga, le expliqué que quería escribir un blog y que mis personajes de La Revelación de Qumrán, comentarían la realidad mundial para que el público los fuera conociendo y familiarizándose con ellos. Esta persona, conocedora de mis aventuras, me dijo:

     - David, las tendrías que poner en tu blog, compartirlas, a la gente le gustará saber de ti, y además son divertidas! (bueno, eso de divertidas lo juzgaréis vosotros, pero desde luego, lo que no me pase a mi...).

Y aunque no tenía intención de hacerlo, un día me animé, y mira por donde, ha sido uno de los textos más entrados. La anédota de hoy se la dedico a los habitantes de uno de los paises donde tengo más seguidores (con los otros también lo iré haciendo, pero advierto que tampoco he viajado tanto!). De cuál hablo? De los United States of America!

Hace ya unos años, quise hacer una ruta por California y alquilé un coche. Era la primera vez que conducía por un país extranjero y advierto que puede llegar a ser un pelín complicado... por no decir peligroso. Justo cuando aterricé en el aeropuerto de LAX (Los Angeles), me fuí directo a la empresa Avis dónde tenía reservado un modesto Nissan Sentra (en España nunca ha existido este modelo en concreto). Como chico precavido que soy, me dediqué a dar vueltas por el parquing buscando cogerle el punto al coche. Aquella era la primera vez que conducía un automóvil automático, y hay que decir (sino han cambiado las cosas) que los coches americanos tienen dos frenos (el "suave" y el que yo denomino "en seco"). El "seco" tiene la mala fortuna (por no decir una palabra malsonante), de estar en el lugar donde en España tenemos el embrague (cambio manual). Las primeras vueltas que dí al parking, eran frenazos "en seco". Más de una vez y de dos, estuve a punto de comerme el volante... y con eso me refiero a las malas pasadas que nos hace el subconsciente con cosas que las tenemos más que asimiladas.
Fueron pasando los días, y con ellos, el dominio de la máquina infernal. Una característica que diferencia la conducción americana de la española, es que cuando el semáforo está en rojo (no siempre), se puede girar a la derecha y en ambar a la izquierda (si no recuerdo mal) ya que además, los conductores suelen frenar cuando se pone de color anaranjado, no como en España, que aprovechamos para acelerar para ver si pasamos. Evidentemente, el hecho de que el semáforo esté al otro lado del cruce, ayuda a plantearte el quedarte parado en medio de una avenida de cuatro carriles!
Pues después de esta pequeña aclaración reprendo la historia:
Estaba en dirección a Tiburón, una localidad que hay a las afueras de San Francisco y desde donde se puede ver toda la bahía con una panorámica espectacular, cuando me paré (semáforo en rojo) en una calle de dos carriles por banda. Al otro lado de la calle, habían dos coches y un policía motorizado. En aquel momento, el semáforo se puso en verde, y la costumbre me jugó una mala pasada... como la avenida era lo suficientemente amplia, puse el intermitente, aceleré y giré hacia la izquierda... dándome cuenta tan pronto como lo hice, de que me tendría que haber esperado... reduje la velocidad sin dejar de mirar por el retrovisor, porque me temía lo peor... que evidentemente se cumplió. El policía motorizado giró en pos de mí y puso su sirena hasta darme alcance. Paré viendo en todo momento como el representante de la ley dejaba su Harley Davidson y venía con sus gafas de espejo, su casco blanco y su actitud chulesca (parecía salido de una película). Bajé la ventanilla, y con mi más cándida expresión le pregunté en español que había sucedido, a lo que me respondió en americano. Haciéndome el tonto, le dije que no entendía nada (tengo que aclarar que tampoco es que me considere listo! pero vaya, me hice un poco más tonto de lo normal...). Ante esa declaración por mi parte y su imposibilidad de expresarse en mi idioma, dejó ir unas palabras que no reproduciré por ser tan malsonantes que herirían hasta la sensibilidad de los adultos... al final el poli malo, se volvió bueno porque me dejó ir de rositas. Eso sí, el susto me lo llevé! Pero os advierto que hay que tener mucho cuidadín con la autoridad norteamericana.

David de Pedro


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